Estoy bastante citacional y aludidora, menos yo más yo -me dije ya no volveré a la voz: primero Beckett, luego Lewis, luego Eliot... ¿Ahora? ¿otro Lewis? Así es, pero un tal Lewis Carroll. ¿Había dicho ya cuánto me fascina Alice y el gato y la reina y las galletas? ...
-
Esto es una conversación, sin duda, escribo esto para ciertas-algunas-pocas personas, así es, prefiero las cosas así. Prefiero así las obsesiones, ya saben, más íntimas, más de diálogo. Más como rastros, huellas -que son para nada causas. Como sea, aún los más cercanos a mi corazón no intuyen mi yo fragmentadito siempre y mi letra siempre ficcional.
-
Soy como la cebolla de la señora Duffy. A veces me desprendo, sí, pero odio cuando intentan violentar un territorio ya -en sí- violentado: abierto y llano para sus visitantes. ¿Y la fotografía? Ay madre mía, es el señor frabjous y toda la melancolía de todos nosotros ¿cierto Rodrigo? (P.S. me encantó la foto de la Woolf)-
5 comentarios:
Para Karina: vuelvo a escribirte; había dejado de hacerlo en 11-07 en el blog en el cual tú habías dejado algún comentario. Ahora estoy en
http://www.lacoctelera.com/poesia-de-
alfeizar-uruguay
No entiendo bien de lo que escribes, pero sí que estás fragmentadita y que te embarga la letra ficcional. Algo de eso siento dentro de mí, Karina, y por tanto es como si estuviera + solo que nunca; quisiera ser de tu entorno de algunas-pocas-personas; quizá eso mitigaría un poco mi soledad literario.
Besos para ti de xavier
Bueno, tú eres como una cebolla y yo soy como un xoconostle. Ahora sólo necesitamos un cuchillo... que corte la distancia.
Lo que tú llamas lugar privado, yo lo llamo intimidad... (Odiamos que intervengan/fieran, en algo similar..., sólo que usamos "sinónimos") Allí está el punto, Alicia, de una mala comunicación... Hay para quienes es importante hablar antes de dar vuelta a una página y sacarlo todo arriesgando lo que se tiene o inconcientemante comprobando si se tiene (y no sólo aplica a las amistades) Y eso también es expresión (en impulso). Solemos hablar de tantas cosas sin entendernos.
Siento que lo que daba pie a nuestras platicas, muchas veces, era el antagonismo, la diferencia..., resulta grato pues crecen dos ideas opuestas, al alimentarse entre sí, eso se agradece en toda amistad. Pero los lugares privados..., las intimidades..., algo que se rompe entre aquello que no se habla... Hacerlo pulico (aquí) es, tú sola, ser quien muestra ese punto
"fragil" de tu lugar privado, que más de uno compartímos y callamos. Pero sin lugar a dudas, no es lo mismo que lo diga el "Yo" a que lo diga "Otro". Y eso es algo que también comparto, no cabe duda. En finito...
Es claro quien, ahora sí, quien escribe: N
Se me ocurre algo último ¿No será acaso el miedo a vernos indefensos ante lo que sea que sea ese "Otro", lo que nos hace "odiarlo"(nos)? Y eso, aunque reafirmo que lo comparto, es algo que busco cambiar... Quizá ya no fue en aquel caso, pero la vía es larga.
Publicar un comentario