A veces se me olvida que estoy enamorada de mí y dejo de recitar muy de madrugada, o eso o me siento demasiado agobiada y hastiada o seguro me ocupo de llamar a otros sólo para saludar. Leí "hay que ser cautelosos para compartir el silencio"... no lo he sido. Imagino que pronto iré a recluirme de nuevo, echarme en mi propia herida, encender velas y dormir un poco. Además, aquel hombre enfermo y con el cuerpo respirando musgo no me ha dejado en paz, tampoco la boca fragmentada... tampoco el corazón fragmentado. Seguro necesito volver a mis magas -como las llamaba Gonzalo. O sólo necesito celebrar tanto límite quebrantado. Algo es cierto: ya no volveré a la voz.
7 comentarios:
si tu eres tu propia herida Karina, eres tu propio infierno y lo peor es que contigo ya nadie quiere entrear al cielo
Amarse a uno mismo es el principio de una historia de amor eterna (Oscar Wilde). Abrazos.
Por favor... Quién no es su propia herida?
El infierno? El cielo? Qué son esas cosas?
Definitivamente hay más palabras en el mundo que qasares en lo sideral.
escucho a Sariñana...
y pienso en la irreverencia, sin duda, hay vitalidad en esos regalos. Te diré.. tal vez, sólo la bufanda en violetas.
Para callar: "si los ultima verba del profesor Nietzsche se inclinan a la afasia, los Médicos verán en eso una confirmación de su principio de realidad : Nietzsche franqueó los límites, cae en incoherencia, ya no habla, vocifera o se calla." A veces nos figuranos en esa desfiguración. Entonces, nos mordemos la lengua y descubrimos las piedras de miel. Un chorro de sangre que se seca. La vida que se hizo piedra (entiéndase como se quiera. Más aún, como se pueda). Besos ¿de lodo?
A mí se me olvida que estoy vivo...
"Grossir et dévorer vite avant qu'il fasse nuit"
Solemos relacionarnos con las ficciones, de la misma manera en que nos aferramos a un nombre ¿que existe? ¿acaso existe?
Me parece que a todos se nos olvida que.
Recibo los besos.
nostalgie de la boue. nostalgia del lodo. nostalgia del vicio.
Publicar un comentario