No lugar

Aún los más cercanos a mi corazón pensaron (y algunos siguen pensando) que mi letra no es ficcional: que el yo que se escribe cuando digo "yo que se escribe" no es ficcional. Esto es un error. Mi yo escrito

siempre será ficcional.
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Entiendo. Es también un rasgo de lo falible y humano confiar de más en la escritura, en las palabras. Nos decimos algo, incluso lo escribimos, para creer que sucede. Pero, la escritura es un velo. Nuestras realidades aquí, son sólo tropos... Por esto prefiero la vía del cuerpo y del acto, y en situaciones de mayor importancia: la del silencio.
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Es decir, aquí, en la Mnemossyne y en el libro, en la escritura: no me encontrarán. Aquí -cuando escribo aquí- no me van a encontrar.

7 comentarios:

fgiucich dijo...

Lo tendrè en cuenta. Abrazos.

Alfredo Carrera dijo...

Creo que es lo mismo, al final jejeje...


abrazo

Anónimo dijo...

Kari estoy tomando en cuenta todo lo que vos hablas de la ficcionalidad. He estado imprimiendo algunos textos y me han servido mucho para el doctorando. ¿Podés darme más información del yo escrito/ yo ficcional? Muchas gracias


frayte_reki@hotmail.com

Diana dijo...

Ahora entiendo el post anterior. Respecto a este psot, yo misma he pensado en escribir algo así como un disclaimer que deberá ser leído verbatim por si las moscas. Mira que ya van varias veces que me preguntan cómo estoy despúes del último post. Chale.

Karina Falcón dijo...

"Stella came on a midnight train
Travelled through a drizzlin rain
I paced for hours by the station door
How I did pine as I waited for her...She's under his arms in her vinyl coat"


Where's your vinyl coat?

Anónimo dijo...

Eres una chica temible Mnemosyne; lamento hacerte saber estas una cosa a través de la escritura, este pobre invento que pidió prestado a la guturalidad, a lo gestual sub-humano y aún nada ha devuelto,es una deudora contumacial.
Un abrazo de xavier

Al Azazel dijo...

Muy sabia des-aseveración Ka. Dicen que los escritores son los mayores mentirosos, está bien que lo digan: las realidades literarias suelen ser mucho más coherentes que las triviales. No es que seamos unos mentirosos (no somos esculturas de piedra), je, el escritor también tiene licencia de confesarse, pero para el lector-crítico el dónde, el cuándo y sobre todo el cómo son marcas intrascendentes --no le darán, por ejemplo, dicha, aunque sí acaso fortuna--, si bien es cierto que, como suele decirse, la obra cobra vida propia (ay, qué cacofonía) lejos de los dedos del escritor.

Un beso para mi únicA amadA. Que sí, que vamos a Querétaro, yujuuuu.