Poesía en México-lindo.

Deberíamos tener una Kelly Writer's House en nuestro México-lindo-y-querido-si-muero-lejos-de-tí, claro, que no estuviera ubicada en casa de... mejor, luego lo digo, o lo digo cuando esté con un par de margaritas arriba. No sé. Le decía yo al buen Jair Cortés tantas cosas en torno a la poesía en México, sobretodo en torno a lo que gira en torno a la poesía-entorno-en México. No gira mucho. Y si gira, de qué modo lo hace, ja. Mejor sigo escuchando el close reading de "Between Walls" que nuestro colega (mío y de Arca) Linh Dinh y Jessica Lowenthal hacen.

Or the first...

Escucho Poem Talk, un podcast de Poetry Foundation, a la par que leo un par de poemas de Kim Addonizio y así mismo, escribo este post (también tengo una taza de leche fría a mi lado, un par de libretas, sin mencionar que mi vecina muestra su fascinación por Celia Cruz en decibeles). Benditos cerebros nuestros (niñas, me dirijo a ustedes, claro). "The first line is the deepest" dice Addonizio, ¿será como la canción de Sheryl Crow, la cual me gusta tanto, y a la cual mis colegas llaman canción de nena? ...En efecto sigo sin creer que exista algo llamado escritura femenina o tal escritura masculina. Fuera de las diferencias y necesidades que implican nuestros cerebros y cuerpos enteros desde su fisiología y desde su construcción, no existe tal circunstancia en la escritura que apele a lo masculino o a lo femenino. Tal vez, ciertos motivos y selección de palabras parezcan proporcionar indicios, pero lo demás, es decir el resto, el supuesto sentido que se da a la escritura, la -sobre-interpretación, la fuerza, la dirección... la damos nosotros, con todas nuestras sujeciones y prejuicios de por medio. Nosotros realizamos tales cortes inverosímiles en las escrituras. Nos sobrepasa nuestra necesidad de "orden" (por supuesto inverosímil e imposible también). Si es posible decir, es la escritura un lugar neutro, una casa vacía que necesita ningún mueble o persona alguna; sin embargo... ya sabrán ustedes, suele suceder en esa casa todo lo contrario.
...Por cierto, al momento en que termino de escribir esto, "Jerry" Rothenberg --desde el podcast, claro-- cierra su discusión acerca de Getrude Stein, habla del aliento, habla del poema, de las bendiciones...

01/01/09

Al menos aquí, sucede lo que yo llamo milagro. Son tierras más allá de lo cálido y resulta que amanecemos arriba o debajo de, no lo sé, pero no es la misma altura, ni los mismos amaneceres, hace bastante frío. Alguna vez he dicho, recuerdo, que tengo brava fascinación por las casas vacías y las grandes ventanas. Hace un par de semanas tuve que hacer el momento, a la espera de un buen amigo(valga decir, traductor como pocos y excelente escritor, además de preparar un muy buen exprés); en fin, estuve afuera de su casa. Cuando llegó --llegó apenadísimo-- no paraba de disculparse. Le dije Créeme que estaba dispuesta a esperarte más, las ventanas de tu casa son justas para ser miradas. No sé. Creo que él pensó que yo estaba siendo irónica (no lo culpo; incluso, creo que otra vez llegó a dudar de la seriedad de mi frase (otra vez, no lo culpo.


Lo cierto es esto, y tiene que ver con milagros, y tierras cálidas y esta casa vacía, al centro de la cual estoy sentada desde las 5am: creo que es la casa inhabitada la que está haciendo un amanecer distinto. Estas celebraciones de fin de año me han caído de sorpresa (éstas sí, pues) y he tenido que lidiar con casas que me parecen enormes, casas vacías, grandes ventanas y muros (que no palabras. Si existe una memoria rescatada por la memoria durante este último año, es aquella de las casas grandes, las casas a donde uno va a perder los estribos, los muros arriba, las casas vacías y las grandes ventanas, entre otras cosas que tienen que ver con la mirada ...y con las aves (diría mi maestro Osorio.


En fin, no voy a finalizar este texto, ni siquiera con una frase corrcta.